Efeméride 13 October 2020

Mateo Múgica, el obispo que vivió dos exilios

Al inicio de la guerra civil española, Mateo Múgica recibió la orden de abandonar territorio vasco debido a desavenencias con el bando sublevado.

Mateo Múgica, el obispo que vivió dos exilios

El 13 de octubre de 1936, Mateo Múgica, obispo de la diócesis de Vitoria-Gasteiz fue desterrado y abandonó esta ciudad rumbo a Roma.


Monárquico, en lo político e integrista  a la vez que conservador, en lo religioso, difícilmente podría sospecharse que Mateo Múgica Urrestarazu, obispo de Vitoria-Gazteiz, pudo haber chocado con los militares alzados el 18de julio de 1936, pero así fue.


Nació en Idiazabal (Gipuzkoa), el 21 de septiembre de 1870. En 1875 inició sus clases de escuela primaria en la fábrica C.A.F., de Beasain. Cabe destacar que, en su etapa juvenil, fue un aficionado de la música.


Posteriormente, se formó en la extinta Universidad de Oñati e ingresó en el seminario de Vitoria- Gasteiz. Se doctoró en Teología en Salamanca, también  fue una persona que apoyó la difusión de la cultura vasca a través de traducciones y numerosos sermones. El 20 de mayo de 1918, fue consagrado obispo de El Burgo de Osma (Soria). En  1924, fue nombrado obispo de Pamplona, y en 1928 obispo de Vitoria-Gasteiz, abarcaba las provincias de Bizkaia , Gipuzkoa y Araba.


En su diócesis ,entre los seminaristas había muchos que eran nacionalistas vascos y el gobierno español le acusó de que sus clases eran un Batzoki. El nunca se posicionó contra el nacionalismo vasco ya que decía que ser nacionalista vasco no era incompatible con ser un buen católico, lo que le traería problemas.


En los comicios del 6 de abril de 1931, para las elecciones municipales que trajeron consigo la proclamación de la II República, se pronunció abiertamente contra esta y  provocó  que el 17 de mayo fuese expulsado del Estado español, acusado de actuar contra la República.  Su vuelta se produjo el 12 de abril de 1933.


Años más, tarde con el inicio de la Guerra Civil (1936-1939), más concretamente el 6 de agosto de 1936 entre los obispos de Pamplona Marcelino Olaetxea y  Mateo Múgica como obispo de Vitoria-Gazteiz redactaron una carta pastoral transmitida en la radio de Vitoria de forma conjunta. Esta carta, quiso presentar el conflicto armado como una cruzada, en la cual se negaba la licitud de fraccionar las fuerzas católicas ante el enemigo común. Pero no consiguió que los nacionalistas vascos defendieran el alzamiento.

 

A pesar de esta  posición a favor de los alzados, fue expulsado de su diócesis. Los militares entendieron que su posición independiente y no condenatoria  del nacionalismo vasco, esto es, su reconocimiento como una opción lícita a ojos de la Iglesia era abiertamente favorable a los jeltzales. Permaneció en el exilio hasta 1947 apoyado abiertamente por el Gobierno vasco hasta que pudo regresar en 1947, viejo y casi ciego, cuando la posición de Franco no peligraba. Falleció en 1968 en  Zarautz (Gipuzkoa).

 

Adjuntamos un reportaje de Iñaki Goiogana, publicado en la sección Historias de los vascos de DEIA (12-06-2010).