Nota de prensa 9 July 2021

La nueva Cruz del Sur: centenario de la izada de la ikurriña en el centro Laurak Bat de Buenos Aires

El 9 de julio de 1921, coincidiendo con las fiestas de San Fermín y de la Declaración de Independencia de la Argentina (1816), se izó solemne y oficialmente la ikurriña en el Centro Laurak Bat de Buenos Aires. Un hito que marcó la historia y el devenir de la ikurriña como enseña unitaria de todos los vascos y vascas.

La nueva Cruz del Sur: centenario de la izada de la ikurriña  en el centro Laurak Bat de Buenos Aires

Para conmemorar esta efeméride y reconocer la aportación de la diáspora vasca a Argentina y a Euskadi a lo largo de la historia, Sabino Arana Fundazioa y el Centro Laurak Bat han organizado un acto conjunto y simultáneo, con intervenciones desde Bilbao y Buenos Aires, que se ha iniciado con la izada de la ikurriña en las dos capitales. Han sido dos banderas bendecidas en la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat de Buenos Aires, próxima al Laurak Bat. Aquí, en Euskadi, los encargados de izarla han sido el presidente del EBB de EAJ-PNV, Andoni Ortuzar, la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, y el director para Comunidad Vasca en el Exterior del Gobierno Vasco, Gorka Álvarez. Precisamente, el director para Comunidad Vasca en el Exterior ha sido el encargado de conducir el acto. 


En la introducción, Gorka Álvarez, ha destacado la labor de la comunidad vasca en el exterior, la cual “ha llevado a la práctica el anhelo de nuestro Pueblo, la unión de las tres realidades políticas en las que se encuentra dividido nuestro país: Hirurak Bat, Laurak Bat, Zazpiak Bat, Euzko Alkartasuna, Euskal Odola, Denak Bat... Quien entra en una Euskal Etxea o se siente vasco en el exterior, se siente parte de un pueblo único a ambos lados del Pirineo. Una aspiración que anhelaron nuestros mayores y una aspiración que seguimos persiguiendo las nuevas generaciones. La Diáspora Vasca es ejemplo de esa unión fraternal del Euskararen Herria”, ha afirmado.


Gorka Álvarez ha querido también reivindicar a todos aquellos vascos y vascas que “allá donde estuvieron, están y estarán llevan consigo el ser y el sentir de este pueblo, convirtiendo a Euskadi en un Pueblo universal, un Pueblo global”.

 
La ikurriña: icono nacional


Por su parte, el presidente del Laurak Bat, José Gabriel Anitua, en conexión directa desde Argentina, ha recordado los hechos acontecidos hace hoy cien años y ha destacado la importancia que el hecho tuvo para sus organizadores, “sin presentir que 100 años más tarde esa impronta se resignificaría en sus sucesores”. 


“Durante 100 años la Ikurriña toleró violentas agresiones y presiones simbólicas. El mismo día en que fue izada, por denuncia de una minoría de asociados, se presentó el comisario del barrio de Montserrat con orden de arriarla; pero la intervención del presidente de le entidad, D. Niceto de Echenagusia, amigo personal del presidente de la República D. Hipólito Yrigoyen, hizo desistir la actitud policial y archivar la denuncia. Más tarde y ya consolidada  por el paso de los años, también sufrió presiones por quejas diplomáticas, en tiempos de regímenes no democráticos, afines con el franquismo”, ha afirmado el presidente de Laurak Bat.


A pesar de todas estas agresiones, Anitua ha recordado que la ikurriña “jamás fue arriada y  con el paso de los años se proyectó, alcanzando el significado de icono nacional”.


“Hoy en Argentina, se reconoce la ikurriña como emblema de  todos los vascos. Basta ver por aquí las pegatinas en los automóviles o ventanas, porque los argentinos descendientes de vascos la adoptaron como muestra de identidad, les es propia, porque lo es desde hace 100 años”, ha afirmado.


Por otra parte, el doctor en Historia en la UPV y profesor de Historia de América, Óscar Álvarez Gila, estudioso de la diáspora vasca y autor del libro “Antes de la Ikurriña: Banderas, símbolos e identidad vasca en América (1880-1935)” ha lamentado que a día de hoy “la diáspora sigue siendo todavía la gran olvidada en la memoria histórica de Euskadi”,  a pesar de que “en muchos momentos de nuestro pasado jugó un papel relevante en la conformación y afianzamiento de la identidad vasca”.


En este sentido se ha referido a la ikurriña y a que fue en la diáspora donde se dio, por primera vez, el paso hacia su reconocimiento definitivo. “El 9 de julio de 1921 el centro vasco Laurak Bat de Buenos Aires fue la primera institución no política que decidió enarbolar la ikurriña como representación de la identidad nacional vasca. Puede parecer un pequeño paso, pero marcó el inicio de la progresiva aceptación de la ikurriña a lo largo de aquella década, tanto en la diáspora como en el territorio vasco; hasta tal punto que cuando Eusko Ikaskuntza emitió su informe sobre si la ikurriña debía ser considerada la bandera vasca, argumentó entre otras cosas que ya la usaban con este sentido los vascos de la diáspora. Su oficialización en 1936 por el primer Gobierno Vasco sería el colofón de esta historia”, ha destacado.


Decisivo papel de la diáspora vasca


Por último, la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, encargada de clausurar el acto, ha querido subrayar el decisivo papel que tienen la diáspora vasca y las Euskal Etxeas en el porvenir del pueblo vasco como nación.


“Toda nación que se precie ha de conocer bien su historia  y ha de saber divulgarla. La emigración ha sido una constante a lo largo de nuestro devenir como nación, teniendo a América como principal destino. Una de las características principales de aquella emigración fue que alumbró una diáspora que supo conjugar el sentimiento de identidad vinculado a sus raíces vascas con un firme compromiso e integración en los distintos países en los que se asentó, donde contribuyó a su desarrollo y bienestar, y con ello, también al prestigio de nuestra nación”, ha afirmado.


Antes de concluir esta jornada, Mireia Zarate ha querido también reconocer “una vez más el inmenso valor y la estratégica importancia del trabajo desarrollado por todas las Euskal Etxeas ubicadas por todo el mundo, posibilitando el mantenimiento de nuestra cultura y su transmisión a las siguientes generaciones”. “Fuisteis refugio de nuestra cultura en tiempos de dictadura y prohibición”, ha concluido.


Con el “Agur jaunak” se ha dado por finalizado el acto.