Efeméride • 21 de diciembre de 2022
Patriarca de la cultura vasca
Tal día como hoy, el 21 de diciembre de 1991, falleció José Miguel Barandiaran y Ayerbe. Nacido el 31 de diciembre de 1889 en Ataun (Gipuzkoa), fue un antropólogo, arqueólogo, etnólogo y sacerdote vasco. Su mayor reconocimiento lo alcanzó debido a sus investigaciones acerca de la etnografía y el folclore vascos.
José Miguel de Barandiaran nació en el caserío Perune-Zarre de Ataún y fue el hijo menor de los nueve que tuvieron Francisco Antonio Barandiarán y Antonia Ayerbe. Antonia profesaba una profunda fe católica, la cual trasladó a su hijo mediante sus enseñanzas. Barandiaran a raíz de esta educación, a los catorce años inició sus estudios sacerdotales en la Preceptoría de Baliarrain y, posteriormente, en el seminario de Vitoria. Estudio simultáneamente Teología y Magisterio.
Fue ordenado sacerdote en diciembre de 1914, en la ciudad de Burgos. La licenciatura de Teología la obtuvo en la Universidad Eclesiástica de esa misma ciudad un año más tarde y, a partir de 1916, despertó en él un gran interés por la Prehistoria, lo que le llevó a comenzar diversas investigaciones acerca de la etnografía y la arqueología vascas.
En 1921, se fundó la Sociedad de Eusko Folklore, la revista Anuario de esta sociedad y la serie de publicaciones Eusko-Folklore. En estas publicaciones se agrupan mitos y leyendas. Un año más tarde, junto con el profesor Telesforo de Aranzadi, catedrático de Antropología en la Universidad de Barcelona, inició una gira por Europa, visitando diferentes museos e instituciones.
Entre los años 1917-1936, Barandiaran, Aranzadi y el arqueólogo Enrique Eguren, realizaron excavaciones arqueológicas en territorio vasco. Entre sus hallazgos más notorios estarían: dólmenes de la sierra de Aralar (1917); de la sierra de Aitzgorri (1918); de Atéun-Burunda (1919); de Altzania (1920); de la sierra de Encía y de Elosua Placencia ( 1921); de Belabieta y Urbasa y grutas artificiales de Santimamiñe (1924, 1925 y 1931); Lumentxa (1925); cavernas de Ermittia y otras de Guipúzcoa (1924 y 1927); Bolinkoba (1933); y Urtiaga-Iciar (1936). En 1935 fue designado como miembro del Consejo Permanente del Congreso Internacional de Antropología y Etnografía en Londres.
Cuando estalló la Guerra Civil, Barandiaran se exilió en los territorios vascos bajo administración francesa y, desde allí, continuó sus labores como investigador. Pero, en octubre de 1953, regresó a Ataun ,y continuó con los trabajos como arqueólogo, que no pudo finalizar debido a que tuvo que volver a exiliarse. En 1956, participó en la reedición Eusko Folklore, desde el volumen 15-30, patrocinado por la Sociedad de Ciencia Aranzadi.
Entre los años 1965-1977 dirigió la cátedra de Etnología Vasca creada en la Universidad de Navarra. En febrero de 1964 inició sus labores de profesor de euskera en la cátedra de Vascuence de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra. Creó el Plan Etniker, y en todo el territorio vasco diferentes grupos de investigación y colaboradores para la recogida de test etnográficos con el fin de crear el Atlas Etnográfico de Vaconia, que han permitido conservar historias y leyendas del imaginario vasco, que sin su labor se hubieran perdido para siempre.
En septiembre de 1976, en una asamblea general realizada en Oñate (Gipuzkoa), fue nombrado por unanimidad presidente de Eusko Ikaskuntza. Hasta el día de su fallecimiento no dejó de realizar investigaciones de campo ni tampoco se apartó de las actividades divulgadoras. El 21 de diciembre de 1991, con 101 años falleció en su Ataun natal.
Adjuntamos un reportaje de Ander Manterola publicado en DEIA : 4/1/2020