Efeméride • 29 mai 2024
La persecución al euskera durante el franquismo
“Se denunciará a todo aquel que infrinja lo dispuesto sobre la prohibición de hablar idiomas y dialectos diferentes del castellano”, ordenaron desde la comandancia militar de San Sebastián el 29 de mayo de 1937.
El 29 de mayo de 1937 las autoridades franquistas prohibieron en San Sebastián el uso del euskera. “Se denunciará a todo aquel que infrinja lo dispuesto sobre la prohibición de hablar idiomas y dialectos diferentes del castellano”, avisaron desde la capital de Gipuzkoa.
Recordábamos a Elbira Zipitria, pionera educativa en euskera y fundadora de la red de ikastolas. Cuando andereños como Elbira empezaron a prestar sus servicios de impartición y recuperación de la lengua y de la identidad cultural de Euskadi, en plena dictadura franquista, el euskera no solo estaba reprimido en las aulas y en la calle, sino que su prohibición se extendió hasta en los púlpitos de las iglesias o en las lápidas funerarias.
En los pueblos, el ayuntamiento fue uno de los principales focos desde donde el poder centralista irradió su política de implantación cultural con bandos, normas, leyes, etc, reflejando la obsesión del régimen franquista por la implantación del monolingüismo.
En el mismo sentido, diversas disposiciones de los gobernadores civiles de la época tampoco permitían hablarlo ni escribirlo. La orden del Gobierno Civil de Vizcaya (Bizkaia) de noviembre de 1949 que establecía la retirada de las inscripciones en euskera de las tumbas del cementerio de Gernika; fotografías en las que se podía ver que lápidas escritas en euskera fueron tapadas con cemento, las multas, los registros, etc. demuestran el hostigamiento de que fue objeto el euskera en esa época.
Ese fue el contexto en el que desenvolvieron su actividad hombres y mujeres como Elbira Zipitria. Sabían que lo que sembraban entonces no se perdería. Querían inculcar a los niños el amor por el euskera y por nuestra cultura. Gracias, en gran parte a ellas y a ellos, todo ello se ha mantenido.
Es por ello que, Sabino Arana Fundazioa otorgó uno de sus premios en la edición de 2006 a las “andereños en la clandestinidad” en reconocimiento “a su compromiso y lucha en un ámbito tan importante como la recuperación de nuestra identidad cultural y de nuestra lengua en un régimen de clandestinidad y persecución”.
Por otra parte, en 2001 la Fundación puso en marcha la exposición itinerante “Habla en cristiano”, una muestra con la que, en muchos municipios de Euskadi, se dio a conocer a través de objetos, fotografías, documentos y testimonios grabados la persecución de que ha sido objeto el euskera a lo largo de la historia.
Foto: Multa impuesta por el gobernador civil de Gipuzkoa por hablar catalán.