Efeméride • 17 juin 2020
Leizaola, Aznar y Astigarribia, en la caída de Bilbao hasta el último momento
Organizaron la evacuación de la población civil y facilitaron la liberación de cerca de un millar de presos del bando franquista.
El 17 de junio de 1937, dos días antes de la ocupación de Bilbao por las tropas facciosas, el Gobierno vasco quedó dividido en dos grupos. Por una parte, permanecieron en la capital bizkaina, al frente de una Junta de Defensa para encargarse de la evacuación de la población civil, Jesús María de Leizaola, del Partido Nacionalista Vasco; Santiago Aznar, del Partido Socialista; Juan de Astigarribia, del Partido Comunista, y el general Gamir Ulibarri. Unas horas antes, el resto de consejeros y el lehendakari José Antonio Agirre se habían visto obligados a partir hacía Enkarterri y preparar la atención de la población desplazada. La caída de Bilbao era cuestión de horas.
Días previos
El Cinturón de Hierro había sido roto en el sector de Gaztelumendi unos días antes, el 12, y las tropas vascas estaban a merced de un enemigo que les atacaba desde los aviones alemanes e italianos con total impunidad. El día 16, las fuerzas franquistas se encontraban ya a las puertas de Bilbao.
Ese mismo día, el Gobierno vasco, se reunió con la asistencia de los mandos militares en el edificio de la Presidencia ubicado en el actual Hotel Carlton, en la Plaza Elíptica. A las 21:30 horas, el lehendakari se dirigió a los vascos desde Radio Bilbao y lanzó un agónico mensaje invocando al heroísmo de los gudaris. Esa misma noche el Gobierno vasco se vio obligado a abandonar la villa.
Ante la inminente caída de Bilbao, el civismo de Leizaola llegó al punto de ordenar la puesta en libertad de los presos franquistas de la cárcel de Larrinaga para que pudieran reunirse con los suyos y salvar así sus vidas. Sin embargo, ese rasgo humanitario no fue reconocido por las autoridades franquistas ni por los medios de comunicación a su servicio, que convirtieron esta liberación en una heroica evasión de los presos.
El 18 de junio, se publicó el último periódico del Bilbao republicano, el Euzkadi, con una llamada a un último esfuerzo y sacrificio.
En la madrugada del día 19, con la intención de frenar unas horas el avance del ejército franquista y ayudar al operativo de evacuación, se volaron los puentes sobre la Ría. Además, está Junta de Defensa evitó la destrucción de diferentes obras, bienes y edificios como la Universidad de Deusto.
A primera hora de la mañana de ese día 19, las vanguardias del ejército franquista hacían su aparición en las calles de Bilbao; el grueso del Ejército de Ocupación entraría más tarde.
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